Volar no es un camino de rosas, pero por la diversión vale la pena el precio.
Esta fue una bella y calmada mañana en Guanajuato en la que pude con tranquilidad disfrutar de la danza alegre de aquellas aves que con su vuelo, me enseñaron que al igual que yo, saben a que vinieron a este planeta.
Pd: "Déjame volar aunque tropiece con el cielo."
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